viernes, 15 de febrero de 2013


CIRCUITO DE MORATONES.

Corazón frío como el témpano.
Puño inmerso en plastilina para sus dedos.
Ojos hostiles, vacíos de todo sentimiento.
¡Cuán oscuro pensamiento!
¡Cuán negro pesar!
¡Cuán doloroso recuerdo!
¡Cuán oscura soledad!
Gris culpabilidad cabalga sobre su apuesta figura.
Ríos de lágrimas acarrea tras su espalda.
Mares de dolorosos circuitos de moratones.
La locura de sus hechos no puede ser peor que el terror que siente al recuerdo.
Pero lo es y así lo será…
Una y otra vez pedirá perdón.
Una y otra vez repetirá su violencia.
Su huella quedará grabada para siempre en sus propias manos, en su propia piel.

                 Valeria Vicente González.